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Israel e Irán: un nuevo foco geopolítico que impacta la logística internacional.

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El comercio marítimo global vuelve a situarse en una posición crítica frente a una nueva ola de inestabilidad en Medio Oriente. La reciente escalada de ataques entre Israel e Irán —uno de los puntos más álgidos de tensión geopolítica en los últimos años— ha encendido las alarmas de la comunidad marítima internacional y amenaza con desatar una crisis logística de gran escala.

Con epicentro en el estratégico Estrecho de Ormuz, este conflicto ha comenzado a alterar rutas, tarifas, niveles de riesgo asegurado y operaciones portuarias en toda la región. Las consecuencias de una eventual disrupción en este corredor podrían ser inmediatas, amplias y duraderas.

Un conflicto que supera lo bilateral

El conflicto se intensificó a partir del reciente ataque aéreo de Israel sobre instalaciones vinculadas al programa nuclear iraní, que resultó en la muerte de altos mandos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). Como respuesta, Teherán ha advertido sobre posibles operaciones militares en el Golfo Pérsico, y diversos actores aliados —como los hutíes en Yemen o milicias proiraníes en Irak y Líbano— han comenzado a coordinar movimientos en señal de apoyo.

Desde una perspectiva marítima, esto implica una potencial ampliación del conflicto en múltiples frentes, con especial énfasis en ataques indirectos a buques comerciales, sabotajes electrónicos, bloqueos navales temporales y actos de piratería patrocinada.

El Reino Unido, a través de la UKMTO (Agencia de Operaciones Marítimas), emitió una alerta solicitando a las embarcaciones que extremen precauciones y reporten cualquier actividad sospechosa. La advertencia fue respaldada por la Fuerza Naval de la UE en Somalia, las Fuerzas Marítimas Combinadas lideradas por EE.UU., y otras agencias de inteligencia marítima como Ambrey, que ha alertado sobre el alto riesgo que enfrentan las embarcaciones afiliadas a Israel o EE.UU.

El Estrecho de Ormuz: ¿el próximo punto de cierre?

Situado entre Irán y Omán, el Estrecho de Ormuz representa un “choke point” vital por el que fluye más del 20% del crudo marítimo mundial. Su posible cierre o bloqueo parcial tendría un efecto cascada en la estabilidad energética y comercial a nivel global.

BIMCO (Consejo Marítimo Internacional y del Báltico) advierte que un conflicto prolongado entre Irán e Israel provocaría, con alta probabilidad, el cierre de Ormuz “al menos por un periodo”, lo que desataría una crisis energética mundial, aumentos súbitos en los precios del petróleo y la reconfiguración inmediata de rutas marítimas alternativas.

Este estrecho no solo es esencial para el tránsito de crudo, sino también para portacontenedores que operan entre Asia, África y Europa. Hubs clave como Jebel Ali (Dubái) y Fujairah podrían quedar aislados o severamente limitados.

Impactos ya visibles en el mercado

Los efectos del conflicto ya comienzan a sentirse:

  • Precio del crudo Brent: subió un 9% en menos de una semana.
  • Futuros del petróleo: se dispararon hasta un 13%.
  • Primas de seguro marítimo por riesgo de guerra: se han triplicado.
  • Tarifas de transporte: se mantienen elevadas en rutas sensibles como el Índico y el Mar Rojo.
  • Desvíos forzados: aumentan la congestión y tiempos de tránsito.

Según Xeneta, la incertidumbre geopolítica en Medio Oriente ha evitado una normalización en la ruta del Mar Rojo, donde aún persisten los ataques de los hutíes. Esto ha prolongado el desvío de buques hacia el sur de África, incrementando tiempos de tránsito hasta en 14 días.

Además, el puerto israelí de Haifa continúa operando, pero bajo estrictas medidas de seguridad. El reciente cierre de su refinería tras un ataque ha generado nuevas tensiones. Unos 30 buques permanecen fondeados en las costas de Haifa, lo que refleja el nivel de incertidumbre operativa en la zona.

Rutas y tarifas: un mercado de contrastes

El Índice de Carga Contenerizada de Shanghái (SCFI) refleja las tensiones logísticas globales con marcadas diferencias por rutas:

  • Shanghái–Costa Oeste de EE.UU. (USWC): tarifas bajan a US$4.120/FFE, tras un alza del 66%.
  • Shanghái–Sudamérica Este (ECSA): se disparan a US$4.724/TEU, con un alza del 239% en apenas seis semanas.

Este comportamiento evidencia una alta sensibilidad tarifaria ante factores externos como guerras regionales, congestión portuaria y disponibilidad de capacidad.

Seguridad, seguros y escenarios de riesgo

Las compañías aseguradoras han comenzado a recalcular riesgos en función del tipo de embarcación, destino, bandera y propietario. Asegurar un viaje a Israel, por ejemplo, cuesta hoy hasta cinco veces más que hace dos meses. Las tarifas pueden alcanzar el 1% del valor total del buque, según McGill and Partners.

Además, se han reportado interferencias GPS en buques que transitan por Ormuz. Según el ISW, estas tácticas buscan inducir errores de navegación para justificar la captura de embarcaciones en aguas «disputadas».

Por su parte, Irán mantiene desplegados submarinos, misiles navales y lanchas rápidas listas para bloquear Ormuz en caso de ataque directo a su infraestructura.

¿Qué pueden hacer las empresas logísticas?

En este escenario complejo, la planificación estratégica, la diversificación de rutas y la comunicación con proveedores se vuelven fundamentales. Algunas recomendaciones clave:

  • Revisar seguros de carga y cláusulas de fuerza mayor.
  • Monitorear en tiempo real las alertas marítimas internacionales (UKMTO, ICS, BIMCO).
  • Trabajar en estrecha colaboración con navieras y operadores regionales.
  • Evaluar escenarios alternativos para flujos críticos (Suez vs Cabo de Buena Esperanza, puertos en Asia vs Oriente Medio).
  • Ajustar políticas de inventario para mitigar retrasos.

La industria logística global enfrenta nuevamente un desafío de escala mayor. Con múltiples rutas clave en riesgo, una presión creciente sobre los puertos del Golfo Pérsico y movimientos militares que podrían escalar, la situación entre Israel e Irán podría convertirse en una de las mayores amenazas comerciales de los últimos años.

En EC Group, nos mantenemos atentos a la evolución de esta crisis, analizando sus impactos logísticos y apoyando a nuestros clientes con información precisa, asesoría técnica y capacidad operativa para adaptarse a un entorno cada vez más incierto.

Fuente: mundo marítimo – masp.lmneuquen.com

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