Una huelga de trabajadores portuarios en la costa este y el Golfo de EE.UU., prevista para el 1 de octubre, podría generar un impacto global en el comercio. Puertos clave como Nueva York, Nueva Jersey y Houston estarían entre los más afectados, representando hasta el 80% del comercio de contenedores en la región, lo que podría retrasar operaciones y causar pérdidas económicas millonarias.
La huelga tendría consecuencias significativas en la economía estadounidense y global, afectando principalmente exportaciones de países como Colombia y sectores clave como el automotriz y agropecuario. El retraso de una semana en las operaciones portuarias podría tardar hasta cuatro semanas en recuperarse.
A medida que se acerca la fecha límite, las negociaciones entre el sindicato y los operadores portuarios siguen sin avances, con demandas salariales y debates sobre la automatización sin resolver. La falta de un acuerdo no solo pondría en riesgo la estabilidad del comercio internacional, sino también la competitividad de los puertos estadounidenses frente a sus rivales globales. Si la huelga se materializa, las repercusiones podrían durar más allá del paro, afectando las cadenas de suministro en una época clave para el comercio, justo antes de la temporada navideña.
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