Long Beach, California, 9 de septiembre de 2025. – Un incidente inesperado sacudió la actividad portuaria en el muelle G del Puerto de Long Beach este martes, cuando 67 contenedores cayeron al mar desde el buque Mississippi, uno de los portacontenedores que opera en la ruta transpacífica entre China y Estados Unidos.



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El suceso ocurrió cerca de las 9:00 de la mañana, cuando las cinchas que mantenían aseguradas las unidades a bordo se liberaron repentinamente, generando un efecto dominó que provocó el desplome de los contenedores hacia el agua.
Sin heridos, pero con daños colaterales
De acuerdo con las autoridades portuarias, no se registraron personas lesionadas, aunque varios de los contenedores impactaron directamente una barcaza de aire limpio (clean air barge) que estaba conectada al buque, provocando daños considerables en la estructura de apoyo ambiental.
Imágenes captadas desde helicópteros de medios locales muestran mercancías como calzado y prendas de vestir flotando en la superficie, mientras otras unidades parecían haberse hundido rápidamente.
Operaciones suspendidas y respuesta inmediata
Las autoridades portuarias ordenaron de inmediato la suspensión de todas las operaciones en el muelle G, a fin de garantizar la seguridad del personal y contener la emergencia. El resto de las terminales del puerto continuó funcionando con normalidad, lo que permitió mantener el flujo operativo en Long Beach, uno de los principales puntos de ingreso de mercancías hacia EE. UU.
Para coordinar la respuesta, se estableció un comando unificado integrado por la Guardia Costera de EE. UU., el Puerto de Long Beach, Bomberos y Policía de la ciudad, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y otras entidades locales y federales. Entre las primeras medidas se determinó la creación de una zona de seguridad marítima de 500 yardas alrededor del buque, restringiendo el tránsito de embarcaciones para facilitar los trabajos de recuperación.
El buque y su operación
El Mississippi, con bandera portuguesa y propiedad de MPC Container Ships, se encuentra actualmente fletado por la naviera Zim dentro del servicio transpacífico “ZEX”. Según registros portuarios, el buque arribó a Long Beach el 26 de agosto, procedente de Yantian, China, con una carga completa de contenedores.
Zim informó que está colaborando activamente con las autoridades locales para evaluar el alcance del incidente, contener posibles impactos ambientales y coordinar la recuperación de las unidades caídas al mar.
Posibles implicaciones
Aunque todavía no se han establecido las causas exactas del desprendimiento, este evento genera inquietud sobre la seguridad en los procesos de estiba y aseguramiento de carga, así como sobre las medidas de respuesta ante accidentes marítimos en zonas portuarias densamente operadas.
El Puerto de Long Beach, considerado el segundo más activo de Estados Unidos y responsable de manejar cerca del 40% del comercio marítimo del país, juega un papel estratégico en la cadena de suministro global. Por ello, incidentes como este no solo ponen a prueba los protocolos de seguridad, sino que también subrayan la importancia de contar con planes de contingencia que minimicen riesgos logísticos, ambientales y económicos.
Fuente: Mundo Marítimo.